La guía mimosin

 A tiro de piedra del Hospital Mompía, y formando parte del Hotel Finca Alcamino, nos encontramos con muy notable restaurante. Comedor muy agradable, sobre todo la zona de terraza acristalada rodeada de césped. Claridad, sol y verde de Cantabria. Un menú degustación largo y equilibrado que varía constantemente según mercado. Una completa bandeja de siete bocados muy variados y exquisitos como aperitivos. Continúa con una pequeña  ensalada de ahumados. Notable. Seguimos con steak tartar. Fresco y muy sabroso. Sin enmascarar para nada el magnífico  sabor de la carne. Machote con verduritas y salsa de mantequilla. Soberbio. Finalizamos con pichón en dos texturas. Para ponerle un piso. Una completa bandeja de minipostres y petit fours con el café.  Todo ello con una RCP fantástica. Imprescindible reservar. Gustavo Pérez  da rienda suelta a su clase en la cocina y Menchu Cabrero lleva la sala con pulcritud. En resumen, una comida para recordar. Nos vemos en Laila!!

Si al fondo ves la línea de Don Benito y Villanueva de la Serena, y a tu derecha la sierra de Yelbes, seguro que a tus pies verás cómo el Guadiana en un lentísimo meandro abraza el pueblo de Medellín. Con su imponente castillo, sobre el magnífico teatro romano. Si bajas de tu atalaya, llegarás al pueblo por un puente de veinte arcos finalizado en el siglo XVI sobre varios puentes mucho más antiguos. La estatua de Hernán Cortés vigila la placita central. Y tu atalaya no es otra que el Restaurante Quinto Cecilio. Las vistas que disfrutamos son increíbles, pero su cocina no le va a la zaga. Una chacina de primera y productos regionales y mediterráneos muy bien tratados. Pero anoten éstos: Criadillas de tierra en caldereta y arroz con liebre. Este es el menú que tengo el placer de degustar cada vez que vengo a esta bendita tierra extremeña. No hay palabras...

 En la calle Fernández de Isla de Santander, encontramos este mesón con muchos años de andadura. Francisco Serna, Paco para su fiel parroquia, nos prepara en su pequeña cocina platos "de los de siempre" con verdadera maestría. No vengas buscando un local de moda ni un restaurante donde se crucen apuestas sobre lo que estás comiendo. Lo que te sirven aquí es verdadero y contundente. Habla con Paco y organiza tu comida dejándote aconsejar. Puedes encargarle cualquier plato, que lo tendrás a punto. Hace unos días, cabrito lechal asado. Con todo el sabor de un horneado en su punto pero además con una salsita acompañante que aumentaba mucho su jugosidad. Con un poquito de ensalada y unas patatucas fritas, un platazo sobresaliente. Y es que como opina Tino muy acertadamente, "el buen cocinero debe de ser un buen salsero". Platos como el arroz con almejas o bogavante, las mollejas, las cocochas, el rabo estofado, sus almejas marinera o platos de pescado o carne a la parril...

En pleno valle pasiego de Cantabria (Villacarriedo) encontramos este restaurante  familiar que, gracias a contar con materias primas de primera calidad tratadas lo justo y con buena mano en la cocina, ha logrado destacar en el panorama del buen comer en nuestra región. Tras un recibimiento siempre afable, es muy difícil  escoger entre la variada carta. Les dejo unas pinceladas entre mis platos preferidos: Huevos con foie, magníficos. Escabeche de bonito en temporada, único.  Callos de Wagyu, sin palabras. Judiones con hongos y jamón, sublimes. Chuletón de ganado mayor, espectacular.  Un aspecto a destacar es el buen trato que en esta casa se da a la bodega. Fonso ha conseguido reunir una carta de vinos muy amplia y más  que interesante. Déjese aconsejar por él  y se sorprenderá. Ah! Y una estupenda RCP...! En las proximidades, los valles pasiegos nos muestran todo su esplendor. Un magnífico  postre tras una no menos magnífica comida.

  Si no lo conoces, ya estás tardando en hacerlo. En un pequeño local de Don Benito (Badajoz), en plenas Vegas Altas del Guadiana, Alberto Nieto nos descubre una carta corta pero llena de matices. Junto a su socio Diego Miranda han conseguido en poco tiempo ser una referencia en el buen comer de toda la zona. María Delgado y Julio Martín, en sala y barra, apuntalan el proyecto con su buen hacer. Una carta muy viva en contínua evolución, que nos ofrece platos tan atractivos como unas alcachofas con foie o un lomo bajo de vaca en tataki con picada de alcaparras y pimiento que enamoran. Con el local de Sevilla (Cuatro Almas) se han hecho un hueco importante en la numerosa oferta de esa ciudad. Pero eso es otra historia...

  En el pueblo de Tagle (Cantabria), a unos minutos de la localidad de Suances y  próximo a la preciosa playa, se encuentra este bar de toda la vida. Después de unos buenos baños y un paseo por los acantilados de la zona, qué mejor que reponer fuerzas en este simpático local de pequeña y contundente carta. Nos acomodan en una  terracita donde el sol y la brisa del norte compiten por agradar más. Inmejorable sitio para probar sus platos. Una oca con malas pulgas campa por el  jardincillo vallado. De entrada, unas estupendas rabas. Fritura justa y bien escurrida en la generosa ración. Como plato fuerte, la mesa se llena con tres bandejas: Huevos fritos de los de verdad, con yema espesa y roja Patatas fritas con pimientos del país. Callos de calidad y sabor superiores. Untuosos y picantitos lo justo. Todos los platos "asustan" por su abundancia. Cada comensal organiza el bodegón a su gusto y pronto los ingredientes se mezclan de forma personal.  El buen pan acompañ...